Mateo 3:16-17 / Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
El que no pueda ver a tres personas distintas aquí es porque está más ciego que un topo.
I. INTRODUCCIÓN.
Se ha objetado mucho diciendo que la palabra “Trinidad” no está en la biblia y que por ende no podemos hablar de una Trinidad. Pero si usáramos esa lógica tampoco podríamos enseñar a nuestros hermanos a no fumar, porque la biblia tampoco habla del cigarrillo.
Aunque el término «Trinidad» no aparece en la biblia, el concepto de un Dios que es Trino si lo está y se deduce del estudio de muchos pasajes bíblicos. Esta palabra «Trinidad» es el término que la iglesia ha dado al Dios único y verdadero que se revela en las Escrituras como Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En el estudio de la Trinidad de Dios debemos abandonar nuestro razonamiento humano limitado, este es un misterio que se escapa de nuestra razón, por ende, se debe leer, estudiar y analizar y tomar muy en serio lo que revela la biblia respecto al tema. Nos disponemos, pues, a aceptar con fe y reverencia esta gran verdad revelada en las sagradas Escrituras.
Esta doctrina fue muy debatida y motivos de grandes disputas en los primeros siglos, por ende me propongo dar a conocer los puntos de vista anti-Trinitarios que existieron en la antigüedad y como formulaban sus doctrinas.
II. HEREJÍAS ANTI-TRINITARIAS.
1. El punto de vista “Unitario”.
Dentro del punto vista unitario encontramos: el monarquianismo dinámico o dinamista; el arrianismo; y el socinianismo.
a. Monarquianismo dinámico: Esta posición se originó en el siglo II d.C. y según estos existía en el ser humano llamado Jesús una fuerza impersonal que provenía de Dios. Veían a Jesús como un hombre especial dotado de Poder, pero no como Dios mismo.
Teodoto, el curtidor Bizancio, quien fue excomulgado por allí por el 195 d.C. este enseñó que Jesús fue dotado de un poder especial en su bautismo. Reconocía el nacimiento milagroso de Jesús y su resurrección, pero se abstuvo de llamarle “Dios”.
Artemon de Roma, reconocía el nacimiento milagroso, la superior virtud, la falta de pecado y dignidad única de Jesús, pero llegó a la conclusión de que Jesús solo era un humano y no Dios.
El monarquianismo dinámico llegó su mayor expresión con Pablo de Samosata, quien fue obispo en Antioquía, cuyas enseñanzas fueron condenadas por en concilio de Antioquía en el año 269 d.C. Este sostenía la unipersonalidad de Dios y negaba la hipóstasis (la creencia que Jesús era Dios y hombre al mismo tiempo). Entendía al Hijo y a Espíritu Santo como atributos de Dios, para él, el Logos era una fuerza impersonal proyectada por Dios desde la eternidad, y que tomó morada en Jesús el judío, y finalmente Jesús llegó a cierto grado de divinidad, pero nunca a ser Dios mismo.
b. El Arrianismo: Esta expresión de la posición unitaria se derivó de las enseñanzas del presbítero alejandrino Arrio.
Este comenzó a dar a conocer sus opiniones en el año 318 d.C. sobre la naturaleza del logos. Sus enseñanzas fueron la problemática central en el concilio de Nicea (325) y fueron condenadas allí mismo, y recondenadas en el concilio de Constantinopla (381).
Según la doctrina de Arrio, Dios era enteramente trascendente, la fuente increada de toda realidad, cuya esencia no puede ser jamás trasmitida. Veía al Logos (Jesucristo) como una criatura, que fue creada antes de la fundación del universo. La esencia de Dios y el Logos no son la misma, el Hijo está sujeto a cambios, y hasta el pecado, Dios no. Solo puede ser llamado Dios o Hijo de Dios como títulos de cortesía, pero en realidad viene siendo un semi-dios.
c. El Socianismo: La doctrina de Fausto Socinio, antitrinitario Italiano del siglo XVI, decía que el Espíritu de Dios moraba en Jesús, pero negó la deidad de Cristo, también decía Que Jesús era una persona que tenía dos naturalezas, en su resurrección llegó a ser inmortal y que llegaba a igualar a Dios. La mayoría de los socinianos permitían la adoración a la persona de Cristo.
2. El punto de vista “Modalista”.
Este punto de vista emerge en los siglos II y III d.C. el modalismo hace hincapié sobre los oficios, modos u operaciones del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
a. Noeto de Esmirna: Noeto fue quizás el primer modalista de influencia apreciable, enseñó que el Padre se sometió al nacimiento, se hiso Hijo y luego sufrió y murió. Esta enseñanza también se denomina patripasianismo (el Padre, sufriendo en el Hijo). O mejor dicho “El Padre sufriendo en su modalidad de Hijo”.
b. Praxeas: Este Praxeas fue en una ocasión acusado por Tertuliano quien dijo de él: “Expulsó la profecía e introdujo la herejía; espantó al Paracleto y crucificó al Padre”. Aunque se cree que quizás Praxeas diferenciaba entre el Padre y el Hijo lo cual lo descartaría como modalista.
c. Sabelio: Su visión ha sido denominada “un modalismo más sofisticado”, enseñó que la Trinidad, es Trinidad en manifestación, pero no en esencia, y para hablar de esta Trinidad en manifestación usó la palabra “Proposa” que quiere decir “papeles” (no personas).
3. El punto de vista “Triteísta”.
En resumen se puede decir que estos ven a los Tres (Padre, Hijo y Espíritu Santo) como seres enteramente individualizados, tres dioses, la unidad básica de Dios se desplaza a una concepción triple. Estos logran ver demasiadas diferencias entre los tres, por ende, los individualizan.
III. LA TRINIDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
Antes de citar el A.T. debemos recordar que la revelación bíblica fue progresiva, es decir, que hay cosas que en el A.T. no fueron claramente reveladas, pero si alcanzan su revelación máxima en el N.T. todo lo que el antiguo testamento nos pinceló, el Nuevo testamento lo explica. Aun así, el viejo testamento igual enseña a la Trinidad.
El shemá Israel
La gran mayoría de personas que niegan la Trinidad se valen de el Shemá Israel que aparece en Deuteronomio 6:4 “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”. Y con este texto pretenden decir que Dios no es tres, sino uno. El problema para ellos es que nosotros tampoco decimos que Dios es tres. Dios es un solo Dios manifestado en tres personas, no en tres Dioses. No son tres Deidades, es una sola Deidad en tres personas.
Su segundo gran problema es que ese texto podría traducirse “Jehová nuestro Dios, ÚNICO es”. Ese es el significado del contexto. Quiere decir que Dios no está dividido, sino que siempre es el mismo por entero.
Su tercer gran problema es que el término para “Dios” es “Elohim”, que tiene forma plural (Dioses) lo cual respaldaría la idea de una pluralidad de Dios.
Su cuarto gran problema es que en este pasaje bíblico utiliza el hebreo “Echad” para “Uno”. Ósea, cuando dice “UNO ES” está utilizando este término. Y el término “echad” se utiliza para una “Unidad compuesta”.
El matrimonio, por ejemplo, es una unidad compuesta (Gn. 2:24) “ambos se vuelven UNA (ECHAD) sola carne”, son dos en el matrimonio, pero por esta unidad compuesta son solo uno.
El cuerpo de Cristo es una unidad compuesta (echad) “así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” (Rom. 12:5). Somos miles de hijos de Dios, pero un solo cuerpo ¿Cómo podemos ser miles y al mismo tiempo uno solo? Pues a esto se le conoce como unidad compuesta.
Alguien dijo que el Shemá Israel puede leerse de la siguiente manera: «Oye Israel, Jehová nuestro Elohim (plural), es una unidad compuesta».
De modo que el pasaje bíblico más fuerte que tienen los unitarios no sirve para hablar en contra de la Trinidad de Dios.
Versículos bíblicos del A.T. que respaldan la Trinidad
Y ahora me (Hijo) envió Jehová (Padre) el Señor, y su Espíritu (Espíritu Santo) (Is. 48:16).
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza… (Gn. 1:26), (solo Dios es Creador, no pudo haber estado hablando con los ángeles, sino en su Trinidad solamente).
Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal… (Gn. 3:22), conversación entre la Trinidad.
Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. 7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero (Gn.11:6-7), nuevamente hablando la Trinidad.
¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes? (Prov. 30:4), Dios padre y Jesucristo.
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud… (Ecl. 12:1) en los originales no sale “Creador” sino “Creadores” (literalmente) en la versión Kadosh Israelita Mesiánica dice: y recuerda a tus Creadores en los días de tu juventud…
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí (Is. 6:8), nuevamente la Trinidad hablando.
Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; Desde palacios de marfil te recrean (Sal. 45:6-8) el Padre hablándole al Hijo, lo cual confirma (Heb. 1:8-9).
Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies (Sal.110:1), el Padre hablando al Hijo.
IV. LA TRINIDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO
El nuevo testamento muestra de forma clarísima la Trinidad de Dios de modo que hasta el más simple lector podría ver este misterio revelado. El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo aparecen por todo el Nuevo Testamento, de modo que negar a estas tres personas de la Deidad resulta evidentemente fuera de toda razón.
Versículos que muestran la Trinidad de forma clara y evidente
El bautismo de nuestro Señor Jesús: Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia (Mt. 3:16-17).
El anuncio del ángel a María: Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios (Lc. 1:35).
La petición de Jesús: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre (Jn. 14:16).
La enseñanza de Jesús: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho (Jn. 14:26).
La forma bautismal: Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mt. 28:19).
La bendición apostólica: La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén (2ª Cor. 13:14).
En el capítulo de los dones del Espíritu Santo: Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo (1ª Cor. 12:4-6).
El saludo de Pedro: elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas (1ª P. 1:2).
Otros versículos: Hch. 2:33,38; Mt. 12:28; Gál. 4:6; Rom. 15:6; 2ª Cor. 1:21-22; 2ª Ts. 2:13; Ef. 3:14-16.
V. LA TRINIDAD, DOCTRINA BÍBLICA QUE DEBE SER ACEPTADA Y PREDICADA
Siendo una verdad bíblica absoluta, la doctrina de la Trinidad ha desafiado a los más grandes pensadores cristianos. Esta doctrina desafía la lógica humana, y trasciende a nuestra pequeña mente. Debemos reconocer que, aunque esta doctrina es evidentemente clara en la biblia sigue siendo un gran misterio, difícil de comprender en algunas ocasiones, por ende al ser una revelación de las sagradas Escrituras, debe aceptarse como una eterna verdad.
Como predicadores del santo evangelio de Jesucristo debemos defender esta verdad que hoy se ve amenazada como lo fue en la antigüedad, por herejes que niegan esta verdad y pervierten la sana doctrina.
… me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas 1:3).
Por Pastor Marcelo Fuentealba

Dios le bendiga Pastor Marcelo son de gran bendición los estudios saludos desde Ecuador